Una pequeña opinión sobre Resident Evil 4: Ultratumba.
Porqué no me gustó Resident Evil 4: Ultratumba. El guión parece que fue redactado por una pequeña horda de zombis en avanzado estado de descomposición cerebral. Posiblemente el productor de la película es el mismo que vemos en la historia: el que se roba el avión para convertirse en el Igor del clon zombi de los agentes de Matrix.
La historia parece una de esas miniseries que uno atrapa por casualidad haciendo zapping en cable: empieza desde un “escenas del capítulo anterior” y termina en un “continuará” que no nos interesa mucho seguir. Parece una presentación de videojuegos de dos horas de duración, pero sin el juego.
Disfruté las escenas de acción, todo un reciclaje de Matrix Reloaded y de Ultraviolet y con la calidad de guión de ambas: categoría M de Mierda.
La película está llena de tropezones y anticlimax. El héroe latino no aguanta ni media hora antes de que lo eliminen, igual con la chica nadadora, que no nada nada antes de que se la coman. ¿Y para qué carajo ponen a un asiático de figurante, como el ayudante del productor? ¿tienen que cumplir con una especie de “acción afirmativa” con los sindicatos de actores o qué coño? Cumplen con mostrar la diversidad racial de Los Angeles y luego se despachan a las minorías echándoselas a los zombis para que la película siga su estúpido curso hacia un barco tan encallado como la trama.
Mataron tan rápido al tipo del martillo que duró más tiempo tumbando la puerta de la cárcel que luchando contra Alice y Claire. Y cuando meten a Chris y a la hermana en los tubos de suspensión animada (o como se llamen) parece un episodio de Batman de los 60 o una escena perdida de la infame Batman y Robin de Schumaher.
Thomas Anderson es el digno sucesor de Roland Emmerich en el género de cine mierdoso de alto presupuesto.
Soy un devoto jugador de videojuegos y me encantan los que tienen buenos guiones, pero no dejo de sorprenderme de como los idiotas de Hollywood toman una buena historia y la digieren hasta convertirla en excremento de alien: muchos efectos especiales coloridos y cero vida. Con esa obra maestra de los videojuegos que es Silent Hill hicieron un melodrama sobrenatural que no terminé de entender: algo así como una película póstuma de David Lynch terminada por Steven Spielberg.
Un amigo me dice que la adaptación de Resident Evil 4 se apega bastante al videojuego: quedémonos con el videojuego entonces, porque así podemos matar zombis y descargar el estrés sin que nos importen tramas locas, en lugar de estresarnos viendo cómo se va por el desagüe toda esperanza de disfrutar de una buena adaptación. De todas formas una mala crítica no afectará el negocio de esta gente y seguirán vendiéndonos detritus digital por los siglos de los siglos hasta que todos seamos zombis obedientes, amén.
Menos mal que la vi pirateada.
La historia parece una de esas miniseries que uno atrapa por casualidad haciendo zapping en cable: empieza desde un “escenas del capítulo anterior” y termina en un “continuará” que no nos interesa mucho seguir. Parece una presentación de videojuegos de dos horas de duración, pero sin el juego.
Disfruté las escenas de acción, todo un reciclaje de Matrix Reloaded y de Ultraviolet y con la calidad de guión de ambas: categoría M de Mierda.
La película está llena de tropezones y anticlimax. El héroe latino no aguanta ni media hora antes de que lo eliminen, igual con la chica nadadora, que no nada nada antes de que se la coman. ¿Y para qué carajo ponen a un asiático de figurante, como el ayudante del productor? ¿tienen que cumplir con una especie de “acción afirmativa” con los sindicatos de actores o qué coño? Cumplen con mostrar la diversidad racial de Los Angeles y luego se despachan a las minorías echándoselas a los zombis para que la película siga su estúpido curso hacia un barco tan encallado como la trama.
Mataron tan rápido al tipo del martillo que duró más tiempo tumbando la puerta de la cárcel que luchando contra Alice y Claire. Y cuando meten a Chris y a la hermana en los tubos de suspensión animada (o como se llamen) parece un episodio de Batman de los 60 o una escena perdida de la infame Batman y Robin de Schumaher.
Thomas Anderson es el digno sucesor de Roland Emmerich en el género de cine mierdoso de alto presupuesto.
Soy un devoto jugador de videojuegos y me encantan los que tienen buenos guiones, pero no dejo de sorprenderme de como los idiotas de Hollywood toman una buena historia y la digieren hasta convertirla en excremento de alien: muchos efectos especiales coloridos y cero vida. Con esa obra maestra de los videojuegos que es Silent Hill hicieron un melodrama sobrenatural que no terminé de entender: algo así como una película póstuma de David Lynch terminada por Steven Spielberg.
Un amigo me dice que la adaptación de Resident Evil 4 se apega bastante al videojuego: quedémonos con el videojuego entonces, porque así podemos matar zombis y descargar el estrés sin que nos importen tramas locas, en lugar de estresarnos viendo cómo se va por el desagüe toda esperanza de disfrutar de una buena adaptación. De todas formas una mala crítica no afectará el negocio de esta gente y seguirán vendiéndonos detritus digital por los siglos de los siglos hasta que todos seamos zombis obedientes, amén.
Menos mal que la vi pirateada.
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